Schirmherr
Miembro del Bundestag alemán Thorsten Frei
«El mundo vive de personas que cumplen con creces su deber». Esta frase del actor alemán Ewald Balser describe, vívida y sucintamente, que la prosperidad de nuestra sociedad y el bienestar de sus habitantes no pueden ser planificados ni decretados por el Estado, sino que deben ser soportados y trabajados por la sociedad en su conjunto.
Describe con mucha precisión que nuestro bien común, del que podemos estar muy orgullosos y que muchos países del mundo nos envidian, resulta sobre todo de la voluntad de cada individuo no sólo de pensar en sí mismo, sino también de ayudar a los demás y de hacer al menos una pequeña contribución individual para mejorar la comunidad local.
Por muy pequeño que parezca el compromiso voluntario de un individuo, con un ejército de más de 24 millones de ciudadanos involucrados en el trabajo voluntario, rápidamente se hace evidente el significado sociopolítico que tiene el trabajo voluntario más allá de la familia, la empresa y la administración pública en Alemania.
El expresidente federal Joachim Gauck afirmó con acierto que «nuestras ciudades y pueblos no serían viables, ni probablemente tan habitables, sin quienes se ofrecen voluntariamente en los consejos de distrito o de la ciudad, forman asociaciones y participan en las reuniones». Con esto, reconoció la participación ciudadana al más alto nivel como piedra angular de una sociedad funcional, nuestra sociedad.
La interacción social y la solidaridad desempeñan un papel central en el mundo actual, tan estresante y frenético, a menudo denominado «meritocracia». El cuidado mutuo es una expresión viva de la caridad cristiana, firmemente arraigada en nuestra sociedad desde hace siglos.
La Fundación ProKids VS también ha asumido esta organización benéfica como misión. Se fundó en 2008 para proporcionar una alimentación digna en la escuela a niños socialmente desfavorecidos de Villingen-Schwenningen. Desde entonces, el equipo de Joachim Spitz ha trabajado en numerosos proyectos, se ha dedicado con más ahínco y ha dedicado un gran esfuerzo a garantizar que los niños desfavorecidos de Villingen-Schwenningen no queden marginados, sino que sean el centro de atención, tengan mejores oportunidades en la vida y, así, disfruten, en cierta medida, de una infancia feliz.
Cuando Joachim Spitz me preguntó si quería apoyar los proyectos de la fundación con mi labor política, tuve claro de inmediato que me encantaría colaborar con ella. Porque todo compromiso personal con ProKids se mide en términos concretos. Cada minuto invertido vale la pena. Trabajar para ProKids marca la diferencia. Esto mejora la vida de muchos niños. Eso es lo que me importa. Aunque no todos los niños sean iguales y cada uno tenga talentos diferentes, como sociedad próspera, deberíamos poder garantizar que cada niño, independientemente de la situación económica de sus padres, tenga un buen comienzo y buenas oportunidades en la vida.
Cualquiera puede contribuir, incluso sin un compromiso económico o de tiempo significativo. Por lo tanto, me encantaría que nos apoyaras en el futuro y te unieras a ProKids.